Mostrando entradas con la etiqueta Juan Sánchez Andraka. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juan Sánchez Andraka. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de enero de 2014

De las risas al desencanto



S
ánchez Andraka, Juan. Un Mexicano Más. Primera edición 1966. 47a Edición impresa en México. 98 pp.


Juan Sánchez Andraca escritor, investigador, periodista y político mexicano, originario de Guerrero y ferviente amante de su tierra, publica su obra Un Mexicano Más, en 1966, siendo ésta una hilarante crítica a la idiosincrasia mexicana.

En Un mexicano más, Sánchez Andraca usa la narrativa para darle vida a Antonio Mendoza, un estudiante de 16 años. Lo que nos cuenta Toño es la transición por la escuela secundaria, un reflejo del contexto histórico, político y económico de México en la década de 1960, del déficit en los niveles educativos y de las carencias sociales.

Las primeras páginas de Un mexicano Más, me inundaron de risas y reflexiones, no sólo por lo campechano que escribe Sánchez Andraca, también porque me identifiqué en esos años de secundaria, los exámenes sin rigor, los profesores de historia que no saben historia y esas críticas de inconformidad; porque en Antonio Mendoza reconocí a muchos de mis alumnos y situaciones a las que están expuestos, situaciones que amoldan y definen. Desafortunadamente el pensamiento de los jóvenes provincianos, y más de aquellos en las comunidades rurales, no es muy diferente a la visión de Toño.

Si ubicamos la historia en una línea del tiempo, pareciese que es el actual panorama, sólo cambian los matices y los actores pero es el mismo hecho, la “educación”, sus padres, sus profesores  y todo su medio, lo transforma; lo inunda de machismo, conformismo, antivalores, de aspiraciones banales, falsas ilusiones y la cultura del México corrupto y le arrebata aquello que en las primeras páginas manifiesta, el sentido crítico de cada situación, la conciencia hacia los demás y hacia sí mismo, el amor por los suyos (que son todos), la honestidad y la inocencia. Toño se perdió en las masas y entre los del poder, perdió lo que era por buscar lo que querían, dejó de ser él para ser con y para ellos.

Antonio Mendoza al final, sólo es un mexicano más. Un mexicano más que me dejó desencantada, las risas del principio se convirtieron en un sabor amargo, se convirtieron en coraje al darme cuenta que así es México, surreal, con buenas intenciones y nada de acciones, lleno de críticos pero hundido en el ayer. Toño me hizo pensar en las intenciones de Andraca al retratar al mexicano y lo que el lector podría hacer con esto, más allá de ser un mexicano más.


DI Alejandra Rubio López
Interesada en la innovación social 
a través del diseño y la educación.

@rubioandra

"UN MEXICANO MAS" RESEÑA

Juan Sánchez Andraca. UN MEXICANO MÁS. México, Proyección cultural Mexicana S. A. de C. V. coedición Costa-Amic Editores, S. A., 47a Edición, Agosto 2005, 98 pp.
Idioma del texto: español
Género: Narrativa.
Resulta interesante indagar en la vida de Juan Sánchez Andraca, primero al considerar que fue hijo de un médico de pueblo, que nació el 23 de noviembre de 1941 en la comunidad de Chilapa en el estado de Guerrero, esto me hace pensar que en su infancia estuvo en contacto con personas de diferente clase social, edades, características y necesidades.
Cursó la educación primaria en su pueblo natal y para estudiar la educación secundaria a sus 16 años tuvo que desplazarse a Chilpancingo la capital del estado esto en el año de 1957, donde estudiaría la educación secundaria y preparatoria en el colegio del estado.
El 30 de diciembre de 1960 ocurrió en Chilpancingo, Guerrero una matanza cometida por tropas del ejército federal contra el movimiento estudiantil y popular que se manifestaban contra el tiránico y cruel gobierno del general Raúl Caballero Aburto, en la que Juan Sánchez Andraca participo como líder estudiantil.
Con 24 años de edad incursiono como docente de secundaria en la comunidad de Apaxtla de Castrejón, y se asume por el autor que esta intervención en el aspecto educativo funge como inspiración para la redacción del libro “UN MEXICANO MÁS”.
El libro trata sobre la historia de Antonio Mendoza, un estudiante adolescente que ingresa a la educación secundaria con dogmas inculcados familiarmente, iniciando su inmersión en el sistema educativo con varias contradicciones respecto a lo que él cree con lo que en realidad sucede, dando como resultado una visión y ambición que persigue el beneficio individual a expensas del colectivo.

La narrativa del libro tiene un lenguaje original y a mi consideración es apto para adolescentes y jóvenes, la historia inicialmente te atrapa por identificarse con el contexto mexicano, describiendo a una familia típica de clase media-baja, permite adentrarse en el sentir y el pensar del personaje para comprender o cuestionar su ultimo actuar, dando por hecho que el sistema educativo debe propiciar la aspiración al bien y que después de una suma de eventos propicia en el personaje todo lo contrario.
Hace una fuerte crítica no solo al contexto familiar, sino también al educativo por intentar manifestar que existe una necesidad creciente de docentes con vocación, al político-social por la evidente incapacidad del gobierno por enfrentar y solucionar las problemáticas que arrastramos desde hace más de 40 años pues no existe una diferencia real entre aquella y la actual.

Adela Marin Castillo
Licenciada en Psicología por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Interesada en psicología educativa, procesos de enseñanza-aprendizaje, orientación educativa y trabajo interdisciplinario.
Profesional Enseña por México, Sierra Nororiental estado de Puebla.

Adela.marin2013@ensenapormexico.org

Una reseña más de "Un Mexicano más"

Una reseña más de “Un Mexicano más”


El presente trabajo  “Un mexicano más” escrito por Juan Sánchez Andraka es la historia que denota claramente a nuestra sociedad,  la percepción de lo bueno y lo malo en distintos ámbitos desde lo político, lo social y familiar. De sus experiencias y vivencias, nacen obras como “Los domados”, “Debe amanecer”, “A pesar de todo”, “Zitlala y “Allá en el río”. El autor, originario de Chilapa Guerrero, incursionó en la docencia en 1966, en la escuela secundaria de Apaxtla de Castrejón, estancia que le inspiró ésta su obra literaria más difundida.

Esta es la narrativa de la vida de Antonio Mendoza. “Toño”, un adolescente de 16 años que va transformándose y adquiriendo hábitos de acuerdo a las personas que lo rodean. La misma sociedad le ha inducido lo que es bueno, más sin embargo al mismo tiempo le enseña a ejercer lo que no es propio. Con todos estos ejemplos, la conducta de Toño se ve reflejada por la influencia de vivencias ejemplificadas en aspectos políticos, religiosos y sociales. La educación de Antonio no es la excepción. En esta historia, los profesores con los que Toño se ha ido topando en su vida, en su mayoría han estado más ocupados por quedar bien ante su directivo que por la vocación de formación de sus alumnos, dejando a un lado todos los valores. Valores que Antonio puede reconocer pero nunca practicar.

Aún cuando Toño es capaz de distinguir las acciones incorrectas de las personas con las que  convive en su día a día, sus actos terminan vislumbrados en maniobras impropias. Más allá de su propia reflexión, el protagonista de la historia termina decidiéndose siempre por el camino de la corrupción. A pesar de los sueños de Toño, que en algún momento lo hicieron imaginarse con un ser de bien y alejado de todo eso que repudió, terminan en el olvido. Las malas acciones y los malos ejemplos guiaron a Antonio a tomar una decisión de lo que haría con su vida; desafortunadamente, el ejemplo final de su propio padre condujeron a esta triste determinación.

El libro nos sumerge en todas esas manías culturales que rodean al mexicano. Fácil de leer, también de comprender y sin tener en cuenta la nacionalidad, recomiendo mucho esta lectura. “Un Mexicano más” dejará a más de un maestro con la sensación y el reflejo del criterio propio de alguno de sus estudiantes. Cualquier estudiante que tenga acceso a esta lectura se identificará con algún punto de la historia, la sentirá propia y tal vez lo conecte con la realidad de su sociedad. Una obra que desde 1966 ha dado a conocer a su autor, una obra con más de 40 ediciones publicadas que dejará un efecto positivo a cualquiera de sus lectores.

Sonia Mirely Avilés Arroyo
mirely.aviles2013@ensenapormexico.org



Bibliografía:
Juan Sánchez Andraca. “Un Mexicano más”. México, D.F. 47ª.Costa Amic. 2005. 98pp.


Reseña: Un mexicano más

Juan Sánchez Andraka. Un mexicano más, México, 1966

El joven Antonio Mendoza se encuentra cursando la secundaria, él representa a un adolescente mexicano de aquella época la cual no es muy distinta a la actual; él es un chico normal que convive en una familia católica y atiende sus peticiones de ir a misa bajo muchos cuestionamientos, se presenta rebelde y curioso, con facilidad para sobrellevar la escuela al punto de destacar un poco.
Conoce la situación en la que se encuentran sus profesores y solo por uno de ellos presenta admiración sobre todo por la seguridad con que este docente se expresa, a primera vista a Antonio le parece diferente de los otros docentes que no pueden siquiera articular respuestas coherentes ya no hablemos de correctas y que sólo esperan algún pretexto para castigarlos parece ser que la disciplina es la clave para todo cuestión muy importante para su madre.
Antonio también experimenta el amor de un modo particular “Lourdes” aquella chica a quien decide jugarle una broma y por la cual siente arrepentimiento a lo largo de toda la historia se posiciona como su sueño y preocupación. Antonio decide participar en un concurso de oratoria con un discurso cuyo título era: “El municipio y sus problemas” por primera vez el hablaría de todo aquello que ve mal, que pocos se atreven incluso a decir. Él se encuentra decidido a presentarse ante el jurado y publico cuando su profesor le pide que cambie su discurso pues podría causar incomodidad particularmente en el presidente municipal quien además de todo sería quien entregue el premio, Antonio accede y memoriza para después recitar un discurso lleno a alabanzas por su pueblo, por lo cual obtuvo el primer premio y la propuesta de integrarlo al partido político. Es en el adonde conoce a las personas que ligerean el partido y rápidamente causa sensación la habilidad pero sobre todo el mito creado después de su presentación, dentro del partido también tiene contacto con algunas frivolidades y es donde comienza a llamarle la atención por los negocios que tiene don Leodegario, escucha comentarios que ya tiene “viejas nuevas”, la popularidad que tiene y su credencial como miembro del partido le permite visitar una de las casas de citas que don Leodegario tiene donde encuentra a los miembros del partido así como a sus maestros. Antonio comienza a sentirse atraído por ese mundo, comienza a beber y es notorio un cambio en su personalidad e inocencia.

Cuando conoció al nuevo profesor de español él se encontraba cerca de la estación de autobuses, tuvo oportunidad de guiarlo hasta las oficinas de la dirección mientras trataba de crear empatía con él, esta vez ya no era el chico inocente al inicio del curso era alguien que quería aparentar hombría manifestando su gusto por la cerveza y tabaco además de comentarios sobre “las viejas de don Leode”. Sin embargo el nuevo maestro nunca hizo algún comentario semejante al de Antonio, se mantenía recto y respetuoso inclusive sobre las opiniones que Antonio tenía.
El nuevo maestro rápidamente ganó la confianza de los estudiantes (era claramente diferente) muy preparado y seguro por quien era y el papel que podía hacer, alentaba a los chicos en sus ideas, compartía tiempo con ellos y el ser diferente a los demás causaba incomodidad en el director pues buscaba humillarlo delante de los alumnos. (Las ideas nueva no son bien recibidas ante aquellos que pretender seguir haciendo lo de siempre),  hecho muy notorio en la junta previa al baile escolar donde los maestros discutían que bebidas vender. El nuevo maestro les dio  una cátedra no atendida sobre cuál es la verdadera labor de los maestros: Formar hombres y mujeres. Como lo comento no fue atendida pues no había apertura por ideas diferentes, al final de cuentas y como ellos lo manifestaron esa no era su responsabilidad.

Antonio hace hallazgos, por ejemplo que la biblioteca del partido carece de libros cuestión que pese a la sorpresa que le causó al principio después termina entendiéndolo como algo normal. Inclusive tuvo oportunidad de conocer a un viejecito autor de diversos libros por quien termina refiriéndose como un pobre diablo.
Una noche los amigo de Antonio deciden pasar por él para seguir una borrachera es en ella donde están a punto de cometer un delito detenidos únicamente por el avistamiento de dos policías quienes terminan por cometer el delito, Antonio solo observa impresionado y vuelve a ocultarse. A la mañana siguiente el Antonio se siente intranquilo por lo ocurrido la noche previa y busca hablar con su papá del cual solo obtiene un “tengo prisa, debo ir a una reunión urgente” Antonio insiste sin obtener respuesta favorable y en cambio acompaña a su padre a la reunión donde tratarían el problema acontecido la noche anterior, todos parecen preocupados y se escuchan opiniones de crear brigadas para dar rondines nocturnos y garantizar la seguridad de los pobladores, es ahí también donde se olvidan de la víctima del delito e incrédulamente se reconoce a los agresores (policías) como héroes. Las cosas no van nada bien.

Los meses han pasado desde aquella mañana en que Antonio de enmatriculó en la secundaria, está ya en tercer año y toma turno a cuestionarse: ¿Qué debe estudiar? Sabe que sin un título las cosas pueden complicarse, le gustaría ser un ingeniero petroquímico y tener mucho dinero con él vendrían las mujeres pero quizás es muy complicada, mejor algo más fácil, algo que le permita continuar en las filas del partido (también ve ello como una opción viable) La quiere fácil pero productiva  y recuerda que los licenciados son más hábiles, más mañosos.  Se ve a él mismo como político, quizás gobernador. Él está dispuesto a todo, no le importan los medios pues con escrúpulos no se llega a nada y él no lo quiere ser, él se nombra progresista y revolucionario.
El pobre Antonio es ya un mexicano más y pese a las buenas intenciones que tuvo al inicio y el contacto con gente valiosa él ha cedido a lo fácil, a lo que la sociedad le maneja como habitual. ¿Alguien quiere más mexicanos como Antonio? Sólo por citar un nombre pues puede ser sustituido por su padre, sus profesores (salvo el nuevo), sus amigos, el director, los policías, el presidente…
No... ¿verdad?

Personajes 3
Trama 4
Escritura 4
Final 4


Erasmo Javier Mora González.

erasmo.mora2013@ensenapormexico.org

sábado, 18 de enero de 2014

UN MEXICANO MÁS, un proyecto de vida

Juan Sánchez Andraka. Un Mexicano Más. 47ª. Edición. México. Proyección Cultura Mexicana, S.A. de C.V. Agosto 2005. 99 pp. La presente obra, perteneciente al género literario, fue originalmente escrita en español en el año de 1966.

     Juan Sánchez Andraka, nacido el 23 de noviembre de 1941 en el estado de Guerrero, es escritor, investigador, periodista y activo promotor de la cultura guerrerense.  En 1966 inició trabajos en el ámbito de la docencia en una escuela secundaria. Dicha experiencia fue motivo e inspiración de su primera y más conocida obra, ‘Un mexicano más’. Estimaciones del propio autor, indican que hasta el año 2008 se han impreso más de un millón de ejemplares.

     En años posteriores, Sánchez Andraka se desenvolvió activamente en cargos relacionados al ámbito político. Así, alentado por las experiencias adquiridas en aquél tiempo, escribió los títulos ‘Los domados’ en 1967, ‘Debe amanecer’ en 1975, ‘A pesar de todo’ en 1980, y el manual ‘Principios generales de desarrollo rural’. También ha publicado obras que refieren a otras técnicas de escritura como la entrevista en ‘Hablemos claro’ en1987, ‘Ruiz Massieu, el gobernador’ en 1995, y una novela histórica titulada ‘Ahora que me acuerdo’, cuyo contenido retrata la manera en que Sánchez Andraka percibe la realidad entre los años 1946 y 1988.

    Uno de los principales recursos que ha utilizado el escritor para el desarrollo de sus composiciones ha sido la misma experiencia, es decir, sus propias vivencias, aunada a la observación y reflexión de su entorno. Esta manera de proceder, surge a partir de su primera publicación, Un Mexicano Más, y por cuya fuente se desprende la presente reseña crítica.

     Un mexicano más es una obra literaria compuesta de veinte capítulos poco extensos. En ella el autor nos acerca a la vida de Antonio Mendoza, personaje principal, quien influenciado por las contradicciones de la vida familiar, social y política desarrolla una visión opuesta a lo que sería un proyecto de vida ‘sensato’ y productivo. Así, Antonio Mendoza viene a representar un caso muy común entre miles de jóvenes mexicanos con una mentalidad, o bien centrada en el conformismo, o bien, motivada por el hambre de ‘poder’.

     Es un joven de 16 años, estudiante de secundaria, criado en un núcleo familiar numeroso. Antonio Mendoza recuerda sus años de la infancia. Una escuela que bien el lector puede describir como ‘tradicional’ y que a su vez, se conjuga con el inculcamiento de una religión donde hay un dios que parece sólo recompensar o por el contrario, castigar. En este sentido, en la niñez de Antonio resuenan  frases como “En esa escuela sí educan. Allí hasta mis hijos obedecen”, “¿Quieres ser un burro toda la vida?” “Mira, esa es la religión de mis padres y yo debo respetarla y cumplir lo que me ordena. Tú también porque eres mi hijo.” Dichas sentencias dejan un amargo sabor de boca en Antonio.

     Más tarde, cuando Toño ingresa a la secundaria llega el presentimiento de que las cosas serán distintas. Aunque más bien, es Antonio quien desea que las cosas cambien: terminar con los dictados, la aprehensión de conocimiento carente de reflexión, las prohibiciones y los castigos. “Sean bienvenidos a esta escuela…será un nuevo hogar para ustedes”.  

     “El municipio y sus problemas” es el tema con el que Antonio ha decidido participar en el concurso de oratoria que se llevará a cabo en la secundaria. En ese momento, Antonio nos da muestra de su sentido crítico y consciente acerca de las necesidades que aquejan su comunidad. En su discurso confronta, pide compromiso, responsabilidad, entre otros. Pero un ‘alto’ se aproxima, es el director con las siguientes palabras: “Sé de tu discurso, es inaudito, cámbialo. Hay verdades que no pueden decirse. Mira, tú tienes buena memoria y podrás aprenderte el discurso que yo haré para ti…”.  Antonio accede y eventualmente, su habilidad como orador lo lleva a formar parte del ‘Sector Juvenil del Partido’. Las contradicciones no se hacen esperar. Por un lado, Antonio es alentado a unirse a una lucha de trabajo, de honradez y constancia. Sin embargo, la encomienda que se le dio fue la de ‘mandadero’ del presidente, del diputado, del secretario…

     Son estas y otras contradicciones de las que habla Juan Sánchez Andraka a lo largo de las páginas de un mexicano más.  Habla de una particular cosmovisión heredada por los padres a sus hijos, de un desempeño educativo poco efectivo, y de una forma de pensar y actuar que no concuerda por parte de los “falsos redentores”, aquellos que en su intención de servir al pueblo sólo velan por sus propios intereses. Son estas las contradicciones que permean en la mente de Antonio Mendoza, en la mente de muchos mexicanos, las que determinan una perspectiva de lo que falsamente podría significar un ‘proyecto de vida’.

Claudia M. Taba

BIBLIOGRAFIA:
Juan Sánchez Andraka. Un Mexicano Más. 47ª. Edición. México. Proyección Cultura Mexicana, S.A. de C.V. Agosto 2005. 99 pp


“Juan Sánchez Andraka”. En encyclopediagro.org [En línea]. 24 Febrero 2012. Disponible en internet:  http://www.enciclopediagro.org/index.php/indices/indice-de-biografias/1458-sanchez-andraca-juan