El
ser humano a través de la historia ha medido sus avances científicos y
tecnológicos considerando la calidad de vida que tiene y cómo se relaciona con
su entorno, en la actualidad ha puesto especial atención en las crisis
económicas, sociales, culturales y ambientales que se están viviendo por lo que
hace un par de décadas organizaciones internacionales decidieron implementar
planes que guiarán a las sociedades hacia el correcto uso de los recursos
naturales y económicos, dando paso al concepto de desarrollo sustentable.
El
desarrollo sustentable en nuestros días, es un tema controversial que es
percibido muchas veces como una moda y no como un compromiso que deben acatar
las sociedades, consiste en lograr un crecimiento social y económico que esté
de acuerdo a lineamientos sobre responsabilidad social y conservación ambiental.
Datos demuestran altos índices de contaminación en el agua, en el suelo y en
el aire, energía desperdiciada, especies en peligro de extinción, el estado
crítico de los países está obligando a las sociedades a vivir de una manera
más sustentable. Dentro de la conservación ambiental se encuentran dos ámbitos
sobre los que se mueve el desarrollo sustentable pero que siguen siendo un
dilema, los valores antropocéntricos y los ecocéntricos, los cuales se
describen a continuación.
Los
valores antropocéntricos se basan en que el Ser humano es la medida
de todas las cosas, y el objetivo principal es conservar su naturaleza y
bienestar, las decisiones deben tomarse procurando la integridad del ser humano
y cuidando todo lo que le rodea.
Los valores
ecocéntricos buscan considerar moralmente relevantes a todos los seres vivos,
no sólo a la especie humana, sino a toda la naturaleza, a todo organismo vivo,
pues toda fuente de vida es digna y respetable.
En
este escrito, busco hacer un análisis y evaluación de los valores
antropocéntricos y ecocéntricos del desarrollo sustentable antes mencionados
con una aproximación desde las teorías éticas de Kohlberg (Niveles de razonamiento moral) y de
J.S. Mill (Utilitarismo) para generar una
reflexión que nos guíe hacia prácticas que contribuyan a la preservación y
mejora del medio ambiente y no solamente de la integridad humana, es decir, que
las prácticas sustentables se basen en los valores ecocéntricos y no en los
antropocéntricos.
¿Por
qué establecer parámetros de desarrollo sustentable basados en los valores
ecocéntricos y no en los antropocéntricos?
Hay que
considerar primero qué es sustentabilidad y subrayo lo que considero más
relevante para este caso:
Característica o estado según el cual pueden satisfacerse las
necesidades de la población actual y local sin comprometer la capacidad de
generaciones futuras o de poblaciones de otras regiones de satisfacer sus
necesidades. (Sustainable Cities,2012)
Es necesario también conocer
las teorías éticas y lo que dicen sobre el comportamiento moral.
Lawrence Kohlberg (1958) clasifica el
comportamiento moral (lo que hacemos cuando se nos presentan juicios y dilemas
éticos) en tres niveles, pre-convencional donde el comportamiento está basado
en que las normas son implantadas y se deben cumplir por miedo a las
consecuencias, el segundo es el convencional donde el comportamiento es de
acuerdo al cumplimiento de las normas por expectativas y aceptación social y por último, el nivel
post-convencional donde las normas se convierten en una forma de vida, se
adoptan y comprenden los valores y principios universales y ponen las normas
morales sobre las normas jurídicas, es en este último donde la persona alcanza
el estado profundo de la moralidad.
John Stuart Mill dice que el ser humano se
comporta de manera correcta cuando proporciona el mayor bien posible a la mayor
cantidad de personas; para hacer una evaluación de la situación y tomar
decisiones frente a un dilema ético debe calcular la cantidad de bien o mal
generado por una acción y el número de personas implicadas, Stuart Mill
considera que lo más importante es el valor del bienestar en la vida de los
individuos.
El
hombre sabe que debe de cuidar el medio ambiente, pero la forma en la que se
plantea cómo debe hacerlo es muy egoísta pues ve a los ecosistemas como
proveedores de recursos que emplea para la generación de productos y/o
servicios de los cuales más del 70% acaban como basura y no residuos sólidos reciclables, sólo está
obedeciendo las normas por temor de las consecuencias, (escasez de recursos
como energía, alimentos, agua) sería el comportamiento moral en el primer nivel
de Kohlberg y practicaría lo que en 1970 Richard D. Ryder denominó como
especismo, donde se plantean diferencias con especies animales que derivan en
la discriminación de éstas posicionando a los humanos como la especie suprema y
predominante.
El
ecologista Jorge Riechmann menciona que “todos
los seres vivos son dignos de consideración moral en virtud de sus capacidades
esenciales y sus necesidades básicas, que son las mismas para todo organismo.”
Contrario a lo que dice Ryder el hombre es una especie igual a las otras por
ser un ser vivo y aunque tenga la racionalidad como diferencia principal ésta
no le adjudica poder para usar a los otros seres vivos como un medio.
Si
los estatutos internacionales cambiaran los planes de desarrollo instaurados
por los gobiernos e instituciones y consideraran como eje principal del proceso
de desarrollo sustentable a todos los seres vivos y no sólo al hombre, la
sociedad comprendería y aprendería que todos los seres vivos, son dignos y
deben ser tratados con respeto y que cuidar el medio ambiente no sea un plan
para que la especie humana no se acabe, que sea un plan para que los seres
vivos vivan en armonía entre sí. Si se considera a todos los seres vivos (como
dicen los valores ecocéntricos) el hombre al momento de tomar decisiones,
guiándonos con lo que decía Mill, considerará también la calidad de vida de los
demás seres vivos y no sólo de la especie humana, pensará y tomará más
consideraciones antes de construir un fraccionamiento al lado de una reserva
biológica nacional.
Este comportamiento llevará a la
sociedad, refiriéndonos a la ética
medioambiental, a alcanzar el nivel post-convencional que describe Kohlberg
como el estado profundo de la moralidad, el hombre dejará de preocuparse sólo
de él y de si vivirá el día de mañana y se convertirá en un hombre consciente de todos los seres vivos, saldrá de
la ceguera y dejará de ver los campos como proveedores de alimentos, verá
mas allá, conocerá la fauna y la flora y
no dañará los ecosistemas.
La
alianza internacional Pachamama es uno de los organismos que busca que los
seres humanos vivamos en armonía, su filosofía se basa en cuidar a los demás
para cuidarnos nosotros y dice que los seres humanos “No estaremos en paz en la tierra, hasta estar en paz
con la tierra”. La Carta de la Tierra es otro esfuerzo que se suma a la
búsqueda del cuidado de la Tierra por la Tierra y no del cuidado de la Tierra
por el hombre.
Si los valores ecocéntricos se convierten en el eje
del ámbito ambiental dentro del desarrollo sustentable, se tendrán que mover
los otros ámbitos como el social y el económico a favor de la conservación del
medio ambiente, el ser humano adquirirá prácticas y hábitos favorables hacia la
adquisición de un nivel moral más profundo, donde las normas universales determinarán
sus decisiones y pensará en el impacto que tendrán sus acciones no sólo en la
sociedad sino hacia todos los seres vivos y podrá vivir en paz en y con la
tierra y por consiguiente consigo mismo.
Referencias
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