lunes, 27 de enero de 2014

Ensayo sobre pedagogía de la ternura – Capítulo uno

Hablar sobre educación siempre resultará difícil debido a la cantidad de personajes y factores que intervienen en ella, los actores principales parecen obvios ante la mayoría de las personas: alumnos, maestros y tutores, quien suele ser señalado como responsable cuando la educación toma matices negativos suelen ser siempre los maestros,  la sociedad suele olvidarse de la importancia que tiene la educación en casa, del respeto hacia sus semejantes que se debe inculcar a los niños/jóvenes por parte de sus padres, otros puntos necesarios para tener una clase en armonía. 
Este supuesto “triangulo” educativo está lejos de ser verás pues existen otros factores que aunque parecieran pequeños repercuten fuertemente en la educación,  estos factores dependen del contexto social  y pueden o no depender del gobierno.
El primer capitulo de este ensayo nos habla sobre la crisis en la educación y nos permite reflexionar sobre aquellos factores que en parte olvidamos, no todo es centrarse en reformas o cuando menos no todas van enfocadas a educación, ¿qué ocurre con la seguridad, pobreza o trabajo prematuro?.
Como alguna vez lo leí no puedes esperar que un niño te preste atención en clase cuando este tiene hambre, no es posible esperar un aula repleta de niños curiosos cuando su curiosidad se ve canalizada en empleos para ayudar a su familia; referente a los niños que deben trabajar no siempre suele ser por necesidad, algunas veces (las más tristes) es por mandato de sus padres, para cubrir el dinero que ellos deberían ganar trabajando, y por supuesto existen también casos donde los niños/jóvenes son “instrumentos” de explotación.
Regresando a la seguridad y al tratar de ver reflejado el tema en la situación actual de mi país recordando la entrevista hecha a un líder de las autodefensas en Michoacan donde el dice que jóvenes de 16 años son hombres ya deben defender a su Pueblo de los grupos delictivos, estos jóvenes no han tenido muchas opciones si se tratase de evadir la realidad que viven.
Cuando leí en este ensayo lo referente a  teología (tópico difícil de abordar en la sociedad mexicana) vino  a mi mente la conversación que tuve con uno de mis estudiantes que me manifestaba todas sus ganas por seguir estudiando, por ser un licenciado y segundos después una auto respuesta diciéndose: -Pero no puedo, ya me ha dicho mi pastor que si decido estudiar la universidad debo abandonar la iglesia y yo me siento bien en ella. Hubo una respuesta sutil a este comentario pues realmente no pretendí incomodarlo (aunque si terminé incomodando a su pastor).
Como comencé diciéndolo hablar de educación siempre resultará difícil pero es tarea de todos comenzar a amortizar esta incomodidad, ¿cómo? Haciendo cada vez más lo que nos toca, si somos docentes debemos hacer una buena labor, igualmente si somos políticos, alumnos, padres, policías, etc.
Lo sé querido lector: lo que acabo de expresar es todavía más difícil que simplemente hablar de educación pero es mejor actuar que sólo quejarnos.



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